La huella de Gandhi (I)
“Nuestra grandeza no radica tanto en la capacidad de rehacer el mundo como en la de rehacernos a nosotros mismos.” Mahatma Gandhi
¿Qué determina verdaderamente la grandeza de un líder? ¿El éxito que alcanza su iniciativa? ¿El número de seguidores? ¿Su fama?…
Aunque existe consenso a la hora de citar a Gandhi entre los grandes líderes de la Historia, su figura es más controvertida cuando descendemos a lo que realmente logró. Sí, alcanzó la independencia de la India en la revolución pacífica más famosa de la Historia: la marcha a lo largo de 388 kilómetros, a pie, para realizar un solo gesto. Alzar un puñado de lodo en los campos de sal, desobedeciendo la orden británica de no extraer más que la cantidad que ellos habían establecido.
Efectivamente, ese es un logro indiscutible: 18 años después, en 1948 y sin ejercer la violencia, India se independizaba del Imperio Británico. No hubo violencia… hasta que el proceso terminó y, casi simultáneamente, todo el país se vio sumido en una guerra civil entre musulmanes e hindúes que culminó con la independencia de Pakistán.
Gandhi fue un líder pacífico que inspiró a figuras como Mandela o Martin Luther King. Pero sus más allegados destacan el carácter rígido y exigente, bañado en ascetismo, de Mahatma (literalmente “Gran Alma”). Pero hoy la India sigue sufriendo elevadas cuotas de violencia contra las mujeres.
Uno de sus mayores retos fue acabar con la marginación a las castas inferiores (los intocables), y también uno de sus mayores gestos fue no empezar un discurso multitudinario hasta que los jefes de las aldeas cercanas no invitasen a asistir a los intocables.
Pero hoy en India sigue siendo muy excepcional ver un trato normal entre miembros de castas distintas. Y los intocables siguen siendo los pobres entre los pobres.
Tampoco podemos hablar de éxito en su intento de convertir los poblados en centros económicos, fomentando la confección propia de tejido en los telares de cada pueblo (frente a la ropa occidental) y dando ejemplo a través de su propia forma de vestir. Hoy el éxodo rural sigue avanzando, y las grandes aglomeraciones urbanas son los motores económicos del país.
¿Podemos decir entonces que Gandhi fue grande? ¿Es el éxito de sus propuestas el único criterio? Intentaremos responder a estas preguntas en el post de la semana que viene.
Por Luis Huete y Javier García